El mundo del espectáculo tiene sus propias reglas y quienes quieran seguir perteneciendo a ese universo son conscientes de que hay un precio que pagar.
Ser parte del firmamento de las estrellas no es sólo un beneficio, es también sacrificio, esfuerzo y disciplina. Ser parte de la lista de ricos y famosos exige el pago de un peaje que muchas veces involucra el mismo cuerpo del aspirante de la mortalidad mediática.
Muchos la buscan, pocos la alcanzan, pero todos están dispuestos a intentarlo. Lucir joven, fresco, sexy y siempre joven es mandato. A nivel internacional, los mayores predicadores de la belleza natural suelen pasar por el quirófano para acercarse a la perfección. Thalía, Jude Law y la siempre mutante Cher muestran diferentes rostros con el paso de los años. ¿Nadie evita la cirugía?
Una encuesta realizada recientemente por la revista Forbes demostró que el 98 por ciento de los famoso de Hollywood se realizó alguna intervención quirúrgica.
El 100 por ciento lo hizo por coquetería y como manera de mantenerse "actualizado" en imagen. La razón no es sólo vanidad, mantener el cachet es una cuestión de apariencia y esta lógica parece estar compartida con la manera de pensar local.
No hay encuestas que indiquen qué porcentaje de las celebrities locales están operadas, aunque puede intuirse que el número va en alza y que eso se expande hacia el público, especialmente hacia las mujeres anónimas, cada vez más obsesionadas por cumplir requisitos inalcanzables y hasta innecesarios.
Puede que venga un tiempo en el que las cirugías ya no sorprendan a nadie, mientras tanto, siempre es divertido mirar las fotos y asombrarse con los cambios.
No hay comentarios:
Publicar un comentario