Fuente: primicias ya
No sólo les debe a sus primeras figuras, sino que también su escasa cuenta bancaria no le permite mantener las comunicaciones de sus empleados. Sus reservas económicas parecen haber llegado a su fin. Reclamos, reclamos y más reclamos…
En la era de las comunicaciones no se le puede exigir a un empleado que trabaje sin medios de comunicación. Es una ridiculez absoluta. Tan ridícula como la vaga idea que lo llevó a meterse en el mundo de las tablas.
El alicaído productor teatral que durante sus últimos años fue de fracaso en fracaso sin siquiera despeinarse, parece atravesar un caos económico que lo podría llevar, literalmente, a los caños, como suele decirse en la jerga callejera.
Sus reservas económicas parecen llegar a su fin y las dudas importantes no sólo comienzan a surgir del entorno de sus primeras figuras sino también de las empresas que le sirvieron para montar su modesta productora.
A las figuras que reclaman con mayor vehemencia hay que sumarle las cuentas impagas entre las que cuentan los handies, una herramienta de trabajo fundamental para su staff.
Desde aquí ayudamos a la comunidad al fracasado productor para que recuerde que tiene algunas cuentillas impagas y que sus empleados ya no cuentan con el servicio de comunicaciones para realizar satisfactoriamente sus tareas. Una pena.
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