Fuente: minutouno.com
Para deleite de muchos de sus seguidores, Maju decidió dejar de quejarse y se sacó la ropa.
Sin embargo, la humorista no le pudo escapar al retoque digital.
Maju, ¿en qué quedamos?
Aunque hizo de la crítica a las mujeres photoshopeadas su marca registrada, Maju Lozano no pudo escaparle al retoque digital. Con algunos kilos menos, la humorista aprovechó para sacarse algunas prendas pero no se animó a todo.Cuando se supo que ella haría una producción de fotos para la revista Gente, muchos pensaron que se había vendido a la troup de mujeres que parodia, noche a noche, en la pantalla de América. Sin embargo, la producción mantiene ese aire irreverente y alegre que la caracteriza.
Aunque claro… Maju bajó algunos kilos y quiso lucirlos. Entonces sacó del placard el papel de chica sexy, y decidió mostrarle a todos su nuevo cuerpo. Sin embargo, la humorista no logró eludir la moda y su imágen aparece visiblemente retocada. ¿Qué le pasó a Maju? ¿Acaso se convirtió en esas mujeres que tanto criticó? ¿Había necesidad?
Sin mostrar demasiado, la humorista prefirió esconderse detrás de algunos papeles de diario y jugó mostrando algunas selectas partes de su cuerpo (también retocadas). Eso sí, jamás lució su panza.
“Después de muchas clases (de teatro) acepté que debía explotar mi perfil gracioso… Pero sólo mi perfil, porque si me ves de frente vas a descubrir mi panza, que no me gusta”, es uno de los comentarios que hizo Maju con respecto a sus complejos.Hasta ahí, todo bien. La panza es la bandera de lucha que adoptó la humorista o al menos es un lugar común dentro de sus autocríticas. Sin embargo, y con el paso de la entrevista, Maju volvió a referirse a sus “imperfecciones” y fue contundente: “ Odio los altos y bajos de mi panza”. Ok, acá hay que hacer un alto. ¿Qué quiso decir? ¿Cómo es una panza con altos y bajos? ¿Qué le pasa a la panza de Maju Lozano? ¿No había forma de retocar esos altos y bajos?La entrevista continuó y Maju hizo una reivindicación de las chicas naturales. “Con los años descubrí que las mujeres naturales no somos perfectas: tenemos estrías, rollitos, celulitis… Pero somos felices, porque comemos lo que nos gusta, y sin culpas”, es otra de las máximas de Maju.Sin embargo y, aunque su figura luzca mucho más delgada que años atrás, hay algo que sigue quedando inconcluso. Habrá que ver si la humorista se anima a ilustrar en vivo su concepto de pancita con altibajos.
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