Fuente: minutouno.com
Un supuesto chiste entre Moria Casán y Nazarena Vélez terminó en el despido laboral de un pobre chico que lo único que hizo fue oficiar de "sex toy" durante algunos días.
Las venganzas de los poderosos.
Cada mínimo episodio de ShowMatch tiene consecuencias inesperadas y hasta un chiste llevado más allá de lo recomendable puede derivar en episodios que no por insospechados dejan de ser ciertos.Así, cuando en Bailando por un sueño fuera consultada por el paradero de Nazarena Vélez, al aire y sin anestesia Moria Casán dijo con malicia: “Creo que está atendiendo la caja del restaurante”. La humorada tiene que ver con que “Moria Resto y +” es un emprendimiento que comparte con Luciano Garbellano, la actual pareja de Nazarena; y teniendo en cuenta que al menos momentáneamente la vedette desapareció de los medios, el chiste en cuanto a su destino laboral era pertinente. Ahora bien, lo sucedido podría haber pasado como un buen momento televisivo y nada más, pero las palabras suelen afectar a las personas y se sabe, si el oído perturbado pertenece al ambiente artístico, una oración maliciosa, un comentario desafortunado o lisa y llanamente, una broma, puede tener efectos devastadores.Porque ya sea porque estaba mirando el programa o porque alguien lo alertó sobre los dichos de Moria, Luciano Garbellano no solo descartó que lo de su socia hubiera sido una broma sino que además se enojó bastante y enseguida puso manos a la obra para resarcir tanta ofensa gratuita hacia su amada.Y hay que reconocer que además de empresario y vengativo, Garbellano demostró ser bastante imaginativo a la hora de tomar una represalia contra Moria, porque en una especie de ojo por ojo amoroso, despidió al sex toy de la diva, que oficiaba de tarjetero en el restó. La pregunta que se impone es, ¿cuál será el próximo movimiento de la Casán?
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