Fuente: minutouno.comLuego de la feroz golpiza recibida el pasado lunes 31 de marzo, Marcela Ortiz y su hija, Chelsian Saúl estuvieron junto a Chiche Gelblung contando todos los detalles del brutal ataque.
La agresión proveniente de una mujer, según relató Ortiz fue por la espalda. “La mujer era de contextura física chica y se produjo en la puerta del colegio de mi hija”.Con autorización de su madre, Chelsian dio también su testimonio: “A las 17.30 estaba saliendo del colegio y de la nada aparece una mujer que golpea a mi mamá, yo corrí para cubrirla”. Ortiz presume que la agresión vendría de parte de la familia de su ex esposo, que no toleran que la hija de ambos, sea católica cuando todos ellos son de origen judío-turco: “Yo había acordado con mi ex que ella elegiría su religión y ella se hizo católica”, sostuvo. “Además, yo presumo que esto es algo mandado porque ahora se viene un juicio oral por abandono de menor y de persona”, explicó.Marcela contó que está trabajando en una empresa multinacional y gracias a esto puede mantener a su hija, que por cuestiones de seguridad dejó de asistir por el momento al colegio. “Si no hubiera tenido a mi hija, me hubiera pegado un cuetazo”, afirmó Ortiz entre lagrimas. Al ser consultada por Gelblung sobre la situación que vive Chelsian en estos momentos, la niña tomó la palabra y exclamó: “Mi tío que no me reconoce como sobrina y mi abuela paterna no me saluda”.La niña que vio a su padre durante el verano del 2006, tiene una personalidad fuerte y se muestra muy pegada afectivamente a su madre. Chelsian cree que atraviesa un momento difícil y con lagrimas que provocaron un tenso momento entre los presentes, lo sintetizó en pocas palabras: “Es lo que me toco”.Para ese momento y después de los testimonios y las lágrimas tanto de la madre como de la hija, Samuel “Chiche” Gelblung culminó la emotiva entrevista.
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