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martes, 8 de abril de 2008

FINAL PARA EL QUILMES ROCK

Fuente: Rolling Stone
Quilmes Rock 2008: Día 4
30 mil personas estuvieron en la fecha final del evento, que contó con Divididos como acto de cierre. Antes, grandes conciertos de Catupecu, Black Rebel Motorcycle Club y Massacre.
Con pelucas enruladas y los acordes de "Are You Gonna Go My Way?", el hit de Lenny Kravitz luego empalmado con "Salir a asustar", Mollo, Arnedo y Catriel abrieron el show de Divididos, que pasó a ser el número principal de la noche. Fueron en total 22 temas, una típica maratón de la aplanadora. Kravitz volvió a aparecer en dos ocasiones: primero, cuando Mollo le deseó "que se recupere, que se ponga las pilas", y luego en "Granuqueando", una melodía norteña que contó con los músicos del Maestro de la Quebrada Ricardo Vilca, precedida por un grito del público: "Y ya lo ve, es para Lenny que lo mirá por tevé" (y sí, no es lo mismo con Lenny que sin Lenny). "¿Se lo imaginan con los rulos y una bolsita de agua caliente en el pecho?", bromeó Mollo. Dentro del set dividido hubo lugar para otros invitados: subieron también Alambre González (una leyenda del under) en "Par mil", y Peteco y Demi Carabajal (en violín y bombo), para animar "Ortega y Gases" y "Qué ves". Al final, Walas (Massacre) y Fernando Ruiz Díaz (Catupecu Machu) acompañaron en "Next week" ("Un tema que tiene el mejor bajo de la historia del rock and roll del mundo", según Fernando, que tomó el lugar de frontman y pidió por el pogo). Tal fue la emoción de Mollo que primero rompió una cuerda y luego se mandó entre la gente. Como es uso y costumbre en los shows de la banda, Mollo tocó "Voodoo Chile", de Jimi Hendrix, e hizo llorar a su guitarra primero con una suela de zapatilla arrojada desde el campo y luego con su boca. Como es uso y costumbre, también, el pogo alcanzó su pico en "Cielito lindo". Como es uso y costumbre, por último, ensayaron los acordes de dos temas de Sumo: "Silver moon" y "Next week". Pero atención: hubo, esta vez, algo diferente. "No esperen mucho de esto", dijo Mollo. Arrancó con unos rasguidos de reggae y luego se mandó a rockear un tema nuevo, el primero en cinco años. "Mañana estará en YouTube", afirmó después del último acorde. Durante las casi dos horas que duró el show, Mollo tuvo una sonrisa pintada en su rostro, ¿o acaso es su mueca usual en el escenario? Gastó (y desgastó) seis guitarras, incluida una de doce cuerdas en "Par mil", y lució en su chaleco verde un prendedor de la Unión Soviética (estrella roja, martillo y hoz), signo de una revolución ya caduca. Arnedo, más sobrio, pasó casi desapercibido, todo de negro y con lentes de sol, al mejor estilo del rock de los '80. Debe ser, acaso, que el pueblo siempre tiene razón: fue para Lenny, si es que lo miró por tevé.

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